Autor: Mateo Duarte

  • “Prueba del talón»: La importancia de la detección temprana

    “Prueba del talón»: La importancia de la detección temprana

    ¿Qué es la prueba del talón o pesquisa neonatal?

    Se trata de una serie de estudios que se realizan a todos los recién nacidos para detectar ciertas enfermedades de forma temprana. Las pruebas se realizan a partir de una muestra de sangre obtenida del talón del bebé, de allí deriva su nombre coloquial. Se colocan unas gotitas de sangre en un papel de filtro, el cual es transportado al laboratorio junto con los datos de paciente, para su análisis.

    ¿A quién y cuándo se realiza esta prueba?

    A todos los recién nacidos, si es posible entre el segundo y quinto día de vida, luego de que hayan comenzado a alimentarse. Si por alguna razón no se realizó la prueba en ese período, la misma debe realizarse lo antes posible.

    ¿Por qué es importante este estudio?

    Cuando un niño nace, aunque aparente no tener ninguna enfermedad ya que pueden estar ocultas o pasar desapercibidas. Por este motivo es que se realiza la detección temprana de algunas enfermedades que pueden provocar daños irreversibles e incluso la muerte. Con un diagnóstico en los primeros días de vida se puede iniciar un tratamiento para curar o reducir significativamente las discapacidades asociadas a estas enfermedades.

    ¿Qué enfermedades se estudian por medio de la pesquisa neonatal?

    La Fundación de Endocrinología Infantil (https://fei.org.ar/) comenzó con la detección de hipotiroidismo congénito y fenilcetonuria en el año 1985. A partir del año siguiente, la ley Nacional 23.413 hizo obligatoria la pesquisa, con un programa de detección de estas dos patologías. Posteriormente el programa fue incluyendo otras enfermedades y, en la actualidad, la pesquisa incluye seis patologías enmarcadas dentro de la Ley Nacional 26.279 (2007):

    ● Hipotiroidismo congénito

    ● Fenilcetonuria

    ● Fibrosis quística

    ● Galactosemia

    ● Deficiencia de Biotinidasa

    ● Hiperplasia suprarrenal congénita.

    Estas enfermedades cumplen todos o algunos de los criterios necesarios para ser incluidas en un programa de pesquisa neonatal como ser frecuentes e inaparentes al nacer y causar trastornos físicos y mentales severos en caso de no ser diagnosticadas a tiempo. Por otro lado, en general para todas ellas existe una prueba rápida y simple de detección y un tratamiento disponible.

    ¿Cómo se interpreta el resultado?

    Un resultado de pesquisa positivo proporciona sospecha de enfermedad actual. En este caso el equipo de salud se contactará inmediatamente con la familia, por lo que se recomienda que los datos de contacto sean fiables. La presencia de enfermedad debe ser confirmada (o descartada) por otro/s método/s más específicos, dado que la pesquisa neonatal por sí sola no es diagnóstica. Si el resultado se confirma, la familia será informada y orientada para seguir el tratamiento y los cuidados necesarios. Por otro lado, un resultado negativo asegura la ausencia de enfermedad en el momento de efectuar el estudio dado que la prueba se realiza con un marcador biológico que tiene la característica de ser sensible (sin resultados negativos falsos).

    A partir de 6 gotas de sangre depositadas en un papel de filtro se pueden prevenir enfermedades severas, gracias a una ley nacional y a equipos de salud de todo el país comprometidos con este objetivo.

    Castro Julia, Gorga Agostina, Landi Estefanía, Lovaisa Milagros, Ramirez Urrea Laura, Sanguineti Nora, Tellechea Mariana.

    mtellechea@cedie.org.ar.

    Centro de Investigaciones Endocrinológicas «Dr. César Bergadá» (CEDIE) CONICET – FEI – División de Endocrinología, Hospital de Niños R. Gutiérrez.

  • Sobre valores y mediciones de nuestra presión arterial: ¿Cómo tomar adecuadamente la presión arterial?

    Sobre valores y mediciones de nuestra presión arterial: ¿Cómo tomar adecuadamente la presión arterial?

    La hipertensión arterial (HTA) es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular junto con el colesterol elevado, el tabaquismo y la diabetes.

    La presión arterial tiene 2 elementos: la Presión Arterial Sistólica (PAS) o Máxima y la Presión Arterial Diastólica (PAD) o Mínima. El valor de presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg) y se informa con el valor de la máxima y luego la mínima (ej.: 140/90 ó 14/9 como se conoce más comúnmente).

    La HTA es una enfermedad que se caracteriza por la elevación persistente de la presión arterial por encima de 140 mm Hg PAS (máxima) y/o 90 mm Hg de PAD (mínima).

    Un único valor aislado de presión arterial que sea superior a 14/9 en reposo no es suficiente para diagnosticar HTA. Se necesitan al menos 2 o 3 registros realizados en 2 o más visitas separadas como mínimo por 15 días, o inclusive, puede ser necesario el pedido de estudios de registros ambulatorios de presión arterial (es decir, fuera del consultorio, durante un día habitual del paciente) como es el Monitoreo Continuo de la Presión Arterial de 24 horas (MAPA), comúnmente conocido como Holter de 24 horas de presión arterial.

    Existe una técnica adecuada para medir la presión arterial, siendo de suma importancia su conocimiento tanto para el personal de salud como para los pacientes y toda la comunidad.

    La posición debe ser sentada, con la espalda y brazos apoyados y las piernas descruzadas, con los pies adecuadamente posicionados en el suelo (si no llegamos al mismo debido a nuestra estatura, es necesario la ayuda de una tarima). Debe evitarse que la ropa comprima el brazo, tomar café, fumar o tener la vejiga llena 20 minutos antes del registro de la presión arterial. Nunca debe colocarse el brazalete del tensiómetro sobre la ropa, debe estar en contacto con el brazo desnudo. Sería ideal poder hacer entre 2 a 3 mediciones separadas por 1 minuto cada una, promediando los 3 valores como resultado final. Los registros de presión no se redondean, es necesario registrar el valor exacto. Los equipos más recomendados para el control de la presión arterial en el hogar son los tensiómetros automáticos de brazo. Éstos permiten que, una vez adoptada la posición adecuada para la toma de la presión arterial, el paciente presione un botón y comience la insuflación del manguito registrando a continuación el valor de la toma que aparecerá en una pequeña pantalla. Algunos cuentan con memoria para almacenar dichos valores, pero de no poseerla, el mismo paciente puede registrarlos manualmente. Se recomienda calibrarlos 1 vez por año. Otro tensiómetro ampliamente conocido es el aneroide, el cual requiere una técnica auscultatoria para la toma de la presión arterial, y, por ende, la persona que lo utilice debe estar adecuadamente entrenada para hacerlo. Con estos equipos se necesitan dos personas, ya que, el individuo que desea chequear su valor de presión no puede ni debe al mismo tiempo insuflar el manguito, ya que esto representa esfuerzo físico y puede alterar el valor de su presión arterial. Éstos deben calibrarse cada 6 meses. Por otra parte, los tensiómetros automáticos de muñeca o dedo no son recomendados para el automonitoreo de la presión arterial.

    ¿Cómo averiguar si nuestros equipos son adecuados para la toma de presión arterial ambulatoria en domicilio? Puede consultarse en la página www.dableducational.org.

    Al menos una vez por año debemos acudir al médico para el control de nuestra presión arterial, ya que sigue siendo la piedra angular para el diagnóstico de la HTA.

    Dra. Rocío Martínez.

    rocio.martinez@hospitalitaliano.org.ar

    Instituto Alberto C. Taquini de Investigaciones en Medicina Translacional (IATIMET)

  • LA FARMACOVIGILANCIA COMO HERRAMIENTA DE SEGURIDAD DE LOS PACIENTES

    LA FARMACOVIGILANCIA COMO HERRAMIENTA DE SEGURIDAD DE LOS PACIENTES

    Durante el último siglo aparecieron la mayor parte de los medicamentos que se emplean en la actualidad. Como producto de un proceso complejo, costoso y poco eficiente de búsqueda, a partir de 5000 moléculas “prometedoras”, sólo 1 llega a ser un medicamento útil, requiriendo para ello unos 12 años de estudios antes de su comercialización.

    Como consecuencia de deseos de la comunidad (y algo de influencia publicitaria), la gente suele suponer que los medicamentos únicamente producen efectos beneficiosos para la salud. Nada puede ser más distante de la verdad. Las propiedades beneficiosas y dañinas de una molécula nueva deben ser descubiertas experimentalmente. Si bien suelen realizarse estudios en animales, para conocer con certeza el efecto en seres humanos, el único camino es probar el medicamento en personas, instancia conocida como “ensayo clínico”. Su objetivo es determinar si la nueva molécula es eficaz o no, y secundariamente (pero no menos importante), si tiene una seguridad aceptable como para permitir su empleo. Nótese que por “aceptable” queremos decir que “existen más beneficios que daños” y de ninguna manera que el nuevo fármaco esté exento de problemas.

    Las reacciones adversas pueden ser causa frecuente y prevenible de enfermedad, discapacidad e incluso muerte. En algunos países, la administración de medicamentos correctamente indicados es una de las 10 principales causas de mortalidad. Es decir que los medicamentos pueden causar daño, a veces grave, o incluso la muerte.

    La farmacovigilancia es una ciencia que recoge, monitorea, investiga y evalúa la información sobre los efectos adversos de medicamentos, para identificar peligros y prevenir los posibles daños a los pacientes.

    Al momento de autorizar la comercialización, el nuevo medicamento ha sido estudiado en un grupo de individuos reducido y muy selecto. Las reacciones adversas que ocurren infrecuentemente (por ej: 1 de cada 10.000 pacientes) sólo serán detectados cuando se utilice en un número superior de individuos (más de 10.000), cuando el fármaco ya ha sido aprobado como aparentemente “seguro” (aunque lo correcto sería decir: “sin evidencia hasta el momento de riesgo”). En ese momento empezamos a aprender sobre: reacciones infrecuentes, uso en subgrupos de individuos con características personales particulares, alergias, sensibilidad, factores genéticos, interacciones con otros fármacos, otras enfermedades, u otras tantas cuestiones no estudiadas previamente.

    La farmacovigilancia es la encargada de desarrollar distintas herramientas para detectar en forma temprana los nuevos “riesgos” asociados al uso de un medicamento, a fin de generar el menor daño posible. Por este y otros motivos, debemos estar atentos a la aparición de efectos adversos con el consumo de cualquier medicamento. El monitoreo de los fármacos comercializados y el reporte de las reacciones adversas es fundamental para el cuidado de la salud de la población, garantizando la existencia de medicamentos seguros.

    El Sistema Nacional de Farmacovigilancia (SNFV) en Argentina (creado hace apenas 27 años) ha presentado grandes cambios en su corta existencia mostrando una interesante adaptación a los tiempos modernos. Incorporó la participación de entidades asistenciales, académicas, sociedades profesionales y laboratorios farmacéuticos. Hace pocos años dio un paso más, invitando a participar a pacientes en forma directa e indirecta (a través de asociaciones de pacientes y familiares). Esta estrategia permite el llamado “empoderamiento” de la población. Podríamos preguntarnos simplemente: ¿Quién puede tener más interés en el reporte e identificación que el afectado por las reacciones adversas?

    La farmacovigilancia sigue siendo una disciplina joven, y propone mejorar la experiencia de los pacientes con el uso de distintas terapéuticas, utilizando técnicas adaptadas a los tiempos que corren. De sus experiencias y resultados se beneficia la comunidad íntegra. En su desarrollo podemos y DEBEMOS participar todos: notificando las reacciones adversas que experimentamos con el uso de los medicamentos.

    Dr. Guillermo Alberto Keller

    Médico especialista en Medicina Interna y Farmacología Clínica.

    Coordinador de la Red de Farmacovigilancia de la Ciudad de Buenos Aires y del Centro de Vigilancia y Seguridad de Medicamentos (FMED-UBA).

    guillermokeller@farmacologia.com.ar

    Más información y material para notificar reacciones adversas: www.fmed.uba.ar/farmacovigia/ ó www.farmacovigilancia.com.ar

  • NIÑOS CON TALLA BAJA Y LA HORMONA DE CRECIMIENTO

    NIÑOS CON TALLA BAJA Y LA HORMONA DE CRECIMIENTO

    Cuando el pediatra nos dice que nuestro hijo no está creciendo bien, pueden estar ocurriendo dos cosas, su estatura puede aún estar dentro de lo normal, pero por un tiempo largo mostrando velocidad de crecimiento por debajo de lo normal, o directamente la estatura estar por debajo del límite inferior de lo normal. Lo primero que se hace en esos casos es buscar las causas más frecuentes, enfermedades generales que pueden disminuir el crecimiento, como anemia severa, desnutrición, infecciones crónicas, etc. Si no se las encuentra, los pacientes pasan a ser estudiados por un endocrinólogo pediatra, y se buscan razones menos frecuentes, por ejemplo las deficiencias hormonales, y entre ellas la de hormona de crecimiento. Esta hormona es producida por la glándula hipófisis, situada dentro de la cabeza, por debajo del cerebro. Tiene varias funciones, una de ellas es estimular el aumento de la estatura de los niños. Mediciones en sangre permiten saber si se produce en cantidades normales. Si se produce menos que lo normal, se busca la causa. Algunas causas son conocidas y otras aún las desconocemos. Cuando falta, es posible reemplazarla por una hormona exactamente igual a la que fabrica la hipófisis pero que es elaborada por la industria farmacéutica. No es un tratamiento sencillo, requiere inyecciones diarias, apenas por debajo de la piel, con aplicadores especiales, pero de fácil manejo. Hacen falta controles clínicos periódicos, radiológicos y también mediciones en sangre. Como el objetivo es reproducir el crecimiento normal, el tratamiento dura varios años. En general, se obtienen resultados muy satisfactorios, los pacientes llegan a una estatura adulta normal. Existen casos muy especiales y excepcionales, en los que, con una estatura excesivamente baja, en presencia de una producción normal, también se requiere tratamiento con hormona de crecimiento. Para obtener buenos resultados es necesario duplicar la dosis habitual. En resumen, algunos casos de niños con mal crecimiento que antiguamente no tenían solución, actualmente pueden ser diagnosticados y tratados por endocrinólogos pediatras con el buen resultado de una estatura adulta normal.

    Hector Guillermo Jasper

    Investigador independiente ad-honorem CONICET

    Centro de Investigaciones Endocrinológicas “Dr. César Bergadá” (CEDIE) CONICET – FEI – División de Endocrinología, Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.

  • ¿QUE ES LA INTELIGENCIA?

    ¿QUE ES LA INTELIGENCIA?

    La inteligencia es uno de los rasgos más estudiados del ser humano y puede definirse como la capacidad para resolver problemas. Muchas personas creen que aquellos individuos que estudiaron carreras basadas en las matemáticas son más inteligentes que aquellos que estudiaron carreras relacionadas con el arte. Esta idea de la inteligencia única ha sido dejada atrás con la teoría de las inteligencias múltiples, propuesta por el psicólogo estadounidense Howard Gardner, que dice que la vida humana requiere del desarrollo de los siguientes tipos de inteligencia: lógico-matemática, lingüístico-verbal, visual-espacial, corporal-cinética, musical, interpersonal, intrapersonal y naturalista.

    Por lo tanto, no podemos decir que Einstein fuera más inteligente que Mozart (inteligencia lógico-matemática versus musical), pero sí podríamos sugerir quién fue el mejor futbolista de la historia (inteligencia corporal-cinética) al comparar a Pelé con Maradona, a través de ciertos parámetros como la efectividad de pases, goles, etc. Es sabido que cada una de estas personalidades fue la más destacada en su disciplina, aunque seguramente muchas de ellas carecieran de otros tipos de inteligencia.

    El ejemplo extremo de que ciertas personas pueden desarrollar una memoria superlativa fue el caso de Kim Peek, un hombre que presentaba síndrome de Savant o del Sapiente, quien poseía la capacidad sobrehumana para retener el 98% de lo que leía (inteligencia lingüístico-verbal), pero no era capaz de abrocharse los botones de la camisa. Aquellos que han leído el cuento “Funes el memorioso” de Jorge Luis Borges recordarán que el personaje Ireneo Funes podía recordar con exactitud cada hoja, cada árbol de cada monte, pero era incapaz de comprender ideas generales y platónicas. Todos querríamos tener la capacidad para memorizar de Kim Peek o de Ireneo Funes, pero querríamos, además, comprender lo que memorizamos.

    La inteligencia, de acuerdo a lo descrito en su etimología, deriva de la palabra inteligere proveniente del latín (intus: entre y legere: escoger), por lo tanto, un individuo es inteligente cuando es capaz de escoger la mejor opción entre las posibilidades que se le presentan a su alcance para resolver un problema.

    Un profundo conocimiento de la neurobiología del cerebro junto con el advenimiento de la ingeniería genética y la inteligencia artificial podría incrementar nuestra inteligencia. Desde la neurobiología, un estudio que evaluó gemelos por cincuenta años dio a conocer que ciertas variantes en la secuencia del ADN de los genes FOXO3 y CSE1L se relacionaban a una mayor inteligencia. Con estos nuevos conocimientos sobre el componente genético de la inteligencia humana y con la tecnología de edición del ADN se podrían modificar secuencias en embriones humanos. Estos niños serían una especie de X-MEN con un plus sobre su inteligencia. Por otra parte, un proyecto sobre inteligencia artificial financiado por Elon Musk – un multimillonario cofundador de la automotriz Tesla – pretende implantar un chip cerebral para conectar el cerebro con las computadoras. Más de uno de los lectores habrá visto la película Matrix, en la cual el protagonista Neo (Keanu Reeves) podía aprender a manejar un helicóptero en cuestión de segundos al recibir las instrucciones directamente en su cerebro desde una computadora.

    La pregunta que surge de estas ideas es: ¿Realmente seremos más inteligentes en el próximo decenio? Los científicos creemos que sí, que en la actualidad podríamos desarrollar un mayor número de inteligencias que nuestros antepasados, en un tiempo menor. Tengamos en cuenta que estamos en la era de la información, sin embargo, tenemos que saber elegir lo más relevante. Como una vez dijo el astrónomo y divulgador de la ciencia Carl Sagan: “la inteligencia no es sólo información, sino juicio para manejarla”.

    Dr. Gustavo R. Morel

    Investigador Adjunto de CONICET

    Facultad de Ciencias Médicas, Universidad de La Plata

    gustavmorel@med.unlp.edu.ar

    REFERENCIAS

    Carson, J. (2017). Genetics: Recipe for intelligence. Nature Human Behaviour, 1(7), 0135.doi:10.1038/s41562-017-0135

    Borges, J.L. (1944). Ficciones. Artificios. P51-55.

    Masunaga, S (2017). «A quick guide to Elon Muskas new brain-implant company, Neuralink». Los Angeles Times.

    Cho, S.W., Kim, S., Kim, J.M., and Kim, J.-S. (2013). Targeted genome engineering in human cells with the Cas9 RNA-guided endonuclease. Nat. Biotechnol. 31, 230–232.

    Gardner, Howard. Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences. New York: Basic Books,2011.

    https://es.wikipedia.org/wiki/Kim_Peek
  • ¿Cómo sería la cura del VIH?

    ¿Cómo sería la cura del VIH?

    Desde su descubrimiento, la búsqueda de un tratamiento efectivo y cura para la infección

    por VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) fue prioridad para la Salud Pública. Actualmente viven 37 millones de personas infectadas con el virus en todo el mundo y aproximadamente 2 millones de nuevas infecciones se producen al año (Boletín ONUSIDA 2017).

    Durante los primeros años de la epidemia, recibir un diagnóstico de la infección por VIH

    suponía prácticamente una sentencia de muerte. Sin embargo, luego de cuatro décadas de

    investigación, ésta se ha convertido en una condición crónica, clínicamente manejable. Dicho cambio se ha logrado con la implementación de un tratamiento antiviral (denominado TARV) que mantiene bajo control al virus, pero no logra erradicarlo debido a que el mismo puede incorporar su material genético al de las células humanas. Algunas de estas células se convierten en un perfecto escondite donde el VIH evita ser detectado por el sistema inmune y permanece fuera del alcance del TARV. Se conoce a estas células con el nombre de reservorio viral y son la principal barrera para encontrar una cura a la infección por VIH.

    A pesar de esta dificultad, en el año 2008 se logró por primera vez curar a una persona infectada, el señor Timothy Brown, hoy conocido como el “paciente Berlín”. ¿Cómo se logró?

    Timothy se encontraba bajo tratamiento para su infección por VIH y se le diagnosticó leucemia. Al no responder a los tratamientos oncológicos, se le debió realizar un trasplante de médula ósea.

    Para poder recibir las células del donante debió someterse a una fuerte quimioterapia que mata casi todas las células del cáncer, pero también a la gran mayoría de las células de su sistema inmune. Como el reservorio del VIH está constituido principalmente por células del sistema inmune, al recibir la quimioterapia se atacó el principal escondite del virus. Pero eso no es todo, Timothy recibió un trasplante de un donante particular, que tenía en su genoma una mutación que elimina una de las posibles puertas de entrada del virus a las células. Poder matar las células del paciente que estaban infectadas y su reemplazo por células que presentan un grado de resistencia a la entrada del virus resultó ser una combinación ideal para arribar a la cura de Timothy. Un caso muy similar se reportó recientemente (¡más de una década después!) y se conoce como el “paciente Londres”.

    ¿Por qué no trasplantar entonces a todas las personas portadoras del VIH? Porque un trasplante de médula es una intervención con una tasa de sobrevida muy baja, que requiere hallar donantes que sean compatibles con el paciente. Pero además, en este caso para poder eliminar el VIH, el donante debería poseer la mutación que ya mencionamos que solamente se puede encontrar en menos del 1% de la población mundial. Así, la probabilidad de acceder a las mismas condiciones a las que se sometieron los pacientes Berlín y Londres es extremadamente baja. De hecho, tan difícil resultó poder repetir estos resultados que debieron pasar más de diez años para que otra persona, además de Timothy, esté cerca de ser declarada curada a principios de 2019.

    Frente a este escenario, y a pesar que las investigaciones para encontrar una cura no cesan, hoy en día el tratamiento antiviral y la prevención son las mejores herramientas con las que contamos. Sin embargo, éstas no llegan siempre a toda la población. Hoy se estima que 1 de cada 4 personas que conviven con el VIH desconocen su condición, acotando cualquier medida para combatir la epidemia. Si pudiéramos revertir esto, logrando que el 90% de las personas infectadas estén diagnosticadas, el 90% de las personas diagnosticadas reciban tratamiento y en el 90% de éstas se logre controlar la infección, la epidemia podría controlarse en los próximos 10 años.

    Diagnosticarse y tratarse no deben ser solamente actos de la esfera personal, sino parte de una estrategia de salud pública a nivel mundial a la que todos debemos sumarnos para controlar el avance de la epidemia.

    Agradezco los invaluables aportes de la Dra. Gabriela Turk, la Dra. Natalia Laufer, y el Prof.

    Dr. Manuel Gómez Carillo.

    Lic. Trifone César Ariel

    trifonecesar@gmail.com

    Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA

    UBA-CONICET.

  • RESPONSABILIDAD DE INVESTIGADORES Y COMUNICADORES EN LA DIVULGACIÓN DE RESULTADOS CIENTÍFICOS

    RESPONSABILIDAD DE INVESTIGADORES Y COMUNICADORES EN LA DIVULGACIÓN DE RESULTADOS CIENTÍFICOS

    Antes de comenzar la lectura de este artículo, invitamos a Ud. Sr. lector a reflexionar si: ¿consultó sobre alguna dolencia o enfermedad, ya sea suya, de un familiar o conocido, en los buscadores web? Cuando consultó, ¿lo hizo en sitios web reconocidos médicamente? ¿cotejó los datos o las dudas que le surgieron con su médico de cabecera? ¿suele leer artículos de divulgación científica o noticias en los medios de comunicación e identificar cuán confiable es la fuente? Si reconoce alguna situación como propia, este artículo es para Ud.

    Hace unos años, en un artículo científico del Dr. Izcovich y colaboradores, se preguntaron ¿Cuán confiable es la información médica proporcionada por los medios de comunicación en Ar­gentina? (Revista Medicina Bs As, página 71-75, 2016). Ellos concluyen que la misma es poco confiable y esto puede tener un impacto negativo en el sistema de salud y en la relación de los médicos con sus pacientes. Estos hallazgos están en línea con otros publicados en diversas áreas y tienen hoy plena vigencia.

    Periodistas, divulgación y sociedad

    La comunicación de información científica a la sociedad es una responsabilidad social. Suelen ser los periodistas especializados quienes informan a la comunidad las novedades (en términos periodísticos, esto se denomina noticia). La divulgación científica, en cambio, intenta acercar al público el conocimiento y el mundo de la ciencia y, por lo tanto, es de carácter eminentemente educa­tivo. Ejemplos bien conocidos de divulgadores son Carl Sagan (1934-1996), Isaac Asimov (1920-1992), Arthur Clarke (1917-2008), Leonardo Moledo (1947-2014) y Diego Golombek (1964- ), entre otros. Ellos concibieron a la divulgación científica como una forma de arte con un contenido estético esmeradamen­te pulimentado.

    Los periodistas están preparados para traducir el lenguaje de la ciencia en forma clara y sen­cilla y sin perder veracidad. El informe periodístico científico tiene pautas bien establecidas. La infor­mación debe tener exactitud, veracidad, fluidez, claridad, brevedad, facilidad de comprensión, unicidad, coherencia de relato y vivacidad. Asimismo, es realmente un arte y un ejercicio de honestidad explicar a legos palabras comunes de la jerga médico-científica tales como significativo, consistente, potencial, sugiere, preliminar, abre la puerta a, etc.

    ¿Cuáles son las fuentes que pueden utilizar los periodistas que se dedican a las ciencias de la salud para hacer sus notas?

    De hecho, los estudios publicados en revistas médicas prestigiosas y con revisores calificados son las más confiables. Esto es real, aun conociendo que no están exentos de distorsiones de diversa índole entre las que se encuentran las debidas a conflictos de interés.

    Es necesario profundizar los lazos de la ciencia con la sociedad y generar entusiasmo popular sobre ella. Con el mismo énfasis se debería denostar la puerilidad y peligrosidad de las pseudociencias, la superstición y el fundamentalismo religioso que habla en nombre de la ciencia. Esto también constituye una responsabilidad social tanto de quienes difunden novedades como de quienes se dedican a la di­vulgación científica en general.

    Investigadores, divulgación y sociedad

    Por una cuestión ética, los investigadores están obligados a difundir los resultados de sus investiga­ciones. Su divulgación constituye una etapa crucial en la que se comparten las novedades. La hacen en congresos y culmina con la publicación de artículos originales en revistas científicas. Pero los in­vestigadores no siempre comunican sus hallazgos con honestidad intelectual. Es hora de decirlo: hay investigadores inescrupulosos que falsean sus resultados y tienen una tendencia hacia la exageración de las bondades de sus hallazgos. No pocas veces publican sus experiencias en medios no especializa­dos, quizá motivados por el afán de reconocimiento social y lucro. De manera que es posible incurrir en conductas inapropiadas, tanto si se realiza a través de medios masivos o en órganos especializados (para ver ejemplos: Revista Medicina Bs As, página 112-114, 2016).

    Para decirlo claramente: Si los investigadores dieran a conocer sus experiencias a los medios de comunicación solo después de haberlas publicado en revistas especializadas y si los todos los periodistas cotejaran en esas revistas lo declarado por sus entrevistados, el impacto negativo en el sistema de salud y en la relación de los médicos con sus pacientes podría ser menor.

    La moral que alguna vez dio sentido a la vida de muchos médicos y periodistas, basada en el deseo de conocer, de ayudar y de comunicar la verdad y hasta de pelear por ella, parece una quimera. Son ellas hermosas profesiones y merecen ser amadas, siempre que se sea honesto. Sin embargo –digámoslo de una vez-, hasta que se descubra a los impostores, a los mentirosos y a quienes denigran la profesión, ellos disfrutarán de la impunidad de la falta de regulaciones legales para evitar estos abusos y de la mala memoria de la sociedad.

    En un mundo exquisitamente dependiente de las ciencias y la tecnología, es alarmante la falta de educación científica de la sociedad. Un público preparado, atento, educado, difícil, auténticamente culto, se resistirá a las maniobras del manipulador. De ahí la importancia de la cultura, de ahí la importancia de la conciencia crítica de la sociedad.

    Prof. Dr. Eduardo Luis De Vito, MD, PhD

    Instituto de Investigaciones Médicas Alfredo Lanari, UBA.

    Centro del Parque, Cuidados Respiratorios.

    eldevito@gmail.com

  • Cigarrillo Electrónico

    Cigarrillo Electrónico

    Fumar es el principal factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas y muerte en el mundo, siendo la nicotina la principal sustancia adictiva presente en los productos del tabaco. En la actualidad existen tratamientos efectivos para dejar de fumar, incluyendo los tratamientos farmacológicos con bupropion y vareniclina como también las terapias de reemplazo de nicotina, que han sido evaluadas y aprobadas por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y la mayoría de las agencias reguladoras del mundo.

    Los cigarrillos electrónicos han sido introducidos en el mercado como una alternativa para dejar de fumar o reducir el consumo de tabaco. Se trata de dispositivos constituidos básicamente por 3 elementos: la batería, el atomizador y el cartucho.

    Estos elementos se ensamblan formando una unidad, que produce un vapor que se aspira y que no contiene tabaco pero sí nicotina. Esta simulación del acto de fumar se llama “vapeo”. Los dispositivos fueron evolucionando en busca de diseños atractivos, baterías más grandes y recargables, líquidos de recarga intercambiables, sabores diversos y “experiencias de vapeo” más satisfactorias, las cuales siguen una lógica de mercado. Su consumo mundial ha crecido exponencialmente a pesar de que muy pocos países lo han aprobado para su venta libre y menos aún como dispositivo específico para dejar de fumar.

    Los fabricantes de estos dispositivos no proporcionan información completa sobre los productos químicos utilizados en su proceso de fabricación como los que pueden ser liberados o producidos en el proceso de generación de vapor durante su uso. Los estudios realizados revelan que los vapores contienen sustancias tóxicas y cancerígenas, como el cromo, plomo y níquel, siendo los niveles de este último más elevado que los detectados en el humo de los cigarrillos convencionales.

    No existe evidencia científica para afirmar que los cigarrillos electrónicos sean efectivos para dejar de fumar en comparación con los tratamientos actuales aprobados. Los efectos adversos a corto plazo son muy frecuentes y moderados, pero pueden llegar a ser graves como la intoxicación aguda por exposición al líquido a vaporizar y por el daño potencialmente severo producido por explosión de la batería.

    Aún no se ha establecido la seguridad de su uso a largo plazo.

    En nuestro país, la ANMAT ratificó la decisión adoptada mediante la disposición Nº 3226/11, de prohibir la importación, distribución, comercialización y la publicidad o cualquier modalidad de promoción del cigarrillo electrónico en todo el territorio nacional debido a la escasa evidencia sobre la eficacia y seguridad a largo plazo del cigarrillo electrónico.

    María Laura Ferreirós Gago

    Médica especialista en Medicina Interna y en Toxicología.

    Unidad de Toxicología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez

    Centro de Vigilancia y Seguridad de Medicamentos (FMED-UBA).

    lauraferreiros@farmacologia.com.ar

  • ¿Viven porque laten o laten porque viven?

    ¿Viven porque laten o laten porque viven?

    La definición de “vida” puede tener varias concepciones para un individuo, desde lo emocional, espiritual, la plenitud en la concreción de sus aspiraciones y las acciones que ejecuta, hasta el más estricto sentido fisiológico/médico/forense: presencia de latido cardíaco y respiración. Sin embargo, existen zonas grises en estas definiciones, por ejemplo, cuando no todas las funciones biológicas se conservan. Tal es el caso de la pérdida de funciones cerebrales o la denominada “muerte cerebral”. En el mismo sentido, un ser humano declarado “fallecido” preserva sus células vivas durante algún tiempo, mientras éstas reciban suficiente oxígeno y resistan un ayuno de nutrientes. De hecho, las células están vivas cuando pueden hacer su metabolismo: procesar sus nutrientes, producir las moléculas que requieren, respirar, etc. Los científicos contamos con métodos de laboratorio que nos permiten identificar a las células vivas y muertas gracias a ensayos biológicos que permiten determinar si estos procesos existen o no.

    En el lenguaje corriente suele utilizarse la expresión “una vida” o “dos vidas” haciendo referencia al número de individuos. Sin embargo, el concepto de VIDA desde el punto de vista biológico no se refiere exclusivamente a humanos, sino a toda forma de vida: bacterias, plantas, insectos, hongos, mamíferos, peces, etc.

    En el año 2012, el Dr. Yamanaka recibió el premio Nobel en Medicina por haber demostrado

    que las células maduras de un individuo, una vez aisladas, pueden modificarse por ingeniería genética y reprogramarse para obtener células madre. Las células madre obtenidas por reprogramación in vitro se llaman células pluripotentes inducidas y, al igual que las células madre naturales, pueden dividirse y madurar para diferenciarse en distintos tejidos. A partir de estos hallazgos, muchos científicos en el mundo podemos reprogramar in vitro cualquier tipo de célula de origen animal o humano para obtener células pluripotentes inducidas y luego hacerlas madurar/diferenciar a tejidos específicos que forman los distintos órganos. Según investigaciones nacionales y del exterior, los tejidos obtenidos a partir de esta técnica constituyen una alternativa de excelencia para injertos en terapias de reemplazo porque que no presentan el principal problema del trasplante de órganos: el rechazo del injerto. Esto se debe a que los tejidos obtenidos poseen la identidad genética del propio individuo.

    En el video adjunto se muestra cómo se ven los «cuerpos latidores«: células pluripotentes inducidas que se diferencian a células de tejido cardíaco in vitro, laten al unísono en una caja de Petri.

    ¿Hay vida? Sí, definitivamente.

    La había desde que las células fueron obtenidas del individuo y antes de ser reprogramadas. Si no lo hubieran estado, no se podrían obtener las células reprogramadas. Sin embargo, vale aclarar que estos cuerpos latidores, más allá de cualquier concepción moral o religiosa, no conforman un ser humano y, desde el punto de vista biológico, una vida no es un ser humano. Además, un ser humano se considera vivo mientras preserve dos funciones vitales esenciales: latir y respirar en forma natural o asistida, independientemente de sus funciones cognitivas. Sin embargo, muchas de las células y órganos de un individuo fallecido se preservan vivos y pueden utilizarse en trasplantes.

    En las definiciones de vida y muerte convergen conceptos morales, éticos, religiosos y

    biológicos y en ocasiones, no fluyen en armonía.

    Dra. Mónica A. Costas

    Investigadora Principal de CONICET, IDIM CONICET-UBA

    mcostasra@hotmail.com

  • Hipertensión Arterial en la Argentina: Radiografía de un asesino silencioso

    Hipertensión Arterial en la Argentina: Radiografía de un asesino silencioso

    La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares y la principal causa de muerte en el mundo. Es una enfermedad con múltiples factores causales que disminuye la calidad y expectativa de vida, pero que es controlable. Según el último consenso nacional entre la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial, la Sociedad Argentina de Cardiología y la Federación Argentina de Cardiología, se la define como la elevación persistente de los valores de presión arterial por encima de 140 mmHg (milímetros de mercurio) de la presión arterial sistólica y/o de 90 mmHg de la presión arterial diastólica (en mayores de 16 años).

    La hipertensión arterial suele conocerse como “el asesino silencioso”

    Una característica de esta entidad es que no produce ninguna manifestación en quien lo padece. De esta manera, una persona puede ser hipertensa y no saberlo si no controla su presión arterial. De ahí radica la importancia de conocer y llevar un control periódico de la misma.

    Situación actual de la hipertensión arterial en la Argentina Según el último REgistro NAcional de hiperTensión Arterial (estudio RENATA 2), llevado en forma conjunta por el Consejo Argentino de Hipertensión Arterial (Sociedad Argentina de Cardiología) y la Federación Argentina de Cardiología, la situación es preocupante: 1 de cada 3 argentinos es hipertenso; 1 de cada 3 hipertensos desconoce serlo; 1 de cada 2 pacientes hipertensos está tratado farmacológicamente pero sólo 1 de 4 está controlado adecuadamente.

    Adicionalmente, la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada en 2018 detectó asimismo un panorama no muy alentador. Los resultados de esta encuesta indican que se registró un incremento de la prevalencia de sedentarismo (64,9%), sobrepeso y obesidad (61,6%) y diabetes (12,7%). Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la

    Alimentación y la Agricultura, la tasa de obesidad infantil en la Argentina (9,9% en niños entre 0 y 5 años) es la más alta de Latinoamérica, condición que incrementa el riesgo de desarrollar a futuro hipertensión arterial.

    ¿Existe una salida a esta problemática?

    En la actualidad, la prevalencia de hipertensión arterial continúa en aumento y los últimos estudios reafirman el pobre grado de conocimiento y control de la hipertensión arterial en la Argentina. De esta manera, surge la necesidad de desarrollar intervenciones y estrategias dirigidas a la prevención, la detección precoz y el control adecuado de los pacientes hipertensos. En este sentido, es fundamental concientizar a la población en general para que conozca sus valores de presión arterial y enfatizar las medidas de prevención para revertir dicha situación. Por ello, se debe promover:

    – hábitos de vida saludables (independientemente de que la persona sea o no hipertensa),

    – ejercicio físico regular (al menos 3 veces por semana y al menos 30 minutos cada sesión),

    – el bajo consumo de sal,

    – alimentación saludable (mayor consumo de frutas y verduras, reducción de alimentos grasos) para mantener/disminuir el peso corporal,

    – abandono del hábito tabáquico y, finalmente,

    – el control de la presión arterial, ya que un adecuado control de la misma se relaciona con una mejor adherencia al tratamiento y a una menor morbi-mortalidad cardiovascular.

    Con la finalidad de promover una concientización a nivel poblacional, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora el 17 de mayo el día mundial de la Hipertensión Arterial.

    Prof. Dr. Marcelo R. Choi

    Secretario Técnico del Consejo Argentino de Hipertensión Arterial (SAC)

    marcelinkchoi@yahoo.com.ar